La OMS dio datos reveladores sobre el avance de la variante “Frankenstein” del Covid. Esta semana se confirmó que la cepa ya circula en Argentina. Cómo fue ganando predominio día a día y el secreto de su evolución.
Una nueva subvariante del virus SARS-CoV-2 encendió las alertas epidemiológicas a nivel mundial y nacional. Se trata de la subvariante XFG, conocida popularmente como “Frankenstein”, que ya circula en Argentina, según confirmaron autoridades sanitarias esta semana. El dato no es menor: esta cepa ganó terreno con velocidad en distintos países y la Organización Mundial de la Salud (OMS) le sigue los pasos de cerca por su inusual comportamiento genético y su alta transmisibilidad.
A diferencia de otras subvariantes descendientes de Ómicron que circularon con escasa notoriedad en los últimos años, Frankenstein llamó la atención por varios motivos, incluyendo su propio apodo. Aunque su nombre técnico es XFG, el apodo se impuso rápidamente en la opinión pública y los medios de comunicación, generando una percepción amplificada del riesgo.
El término, cargado de connotaciones monstruosas, implicó un foco de atención extra en función de entender el motivo por el que el patógeno fue bautizado con un nombre de connotación monstruosa, lo cual pone en evidencia la relevancia del lenguaje en los escenarios sanitarios contemporáneos.
Síntomas nuevos y una recombinación inédita
Uno de los aspectos clínicos más llamativos de esta nueva subvariante es su sintomatología. Además de los clásicos malestares asociados al Covid-19, como fiebre, dolor de cabeza y fatiga, la XFG suma un nuevo indicio que puede ayudar a su detección: la posible ronquera y la afonía parcial o total, de manera transitoria hasta que finaliza la fase aguda de la infección. Este rasgo distintivo genera un patrón clínico que podría facilitar la identificación temprana.
Otro elemento clave de esta cepa es su origen genético. Frankenstein es una variante recombinante, lo que significa que surgió a partir de la fusión de dos subvariantes previas de Ómicron: LF.7 y LP.8.1.2. Ambas habían circulado sin mayor trascendencia, pero su combinación durante un mismo contagio dio lugar a una cepa con características particulares. Según expertos, “el hecho que de alguna manera justifica su apodo” es precisamente este proceso de “cruza”, que recuerda a la historia del personaje literario que inspiró su apodo.
Evolución acelerada y expansión mundial
Las estadísticas globales recopiladas por la OMS revelan un avance sostenido de la subvariante Frankenstein, que pasó a dominar progresivamente los casos de Covid a nivel mundial. En apenas un mes, el porcentaje de contagios atribuidos a XFG se duplicó: “el 22 de junio ya representaba el 28,4% de todos los casos de Covid del planeta; el 29 de junio, pasó al 34,4%; el 6 de julio pasó al 39,9%; el 13 de julio, al 46,6%; y el 20 de julio (último dato disponible hasta ahora), al 48,3%”.
Este crecimiento demuestra la capacidad de transmisión de Frankenstein, que está desafiando la inmunidad colectiva adquirida por vacunación y contagios previos. Aunque por ahora no hay un aumento significativo en hospitalizaciones ni cuadros graves, el seguimiento epidemiológico continúa de forma estricta. La OMS mantiene a XFG bajo vigilancia, pero aún no la ha reclasificado como una variante de preocupación. Fuente: El Once